viernes, 22 de enero de 2016

Dentro de... 'La gran apuesta'



Sobre la producción.
El guionista y director Adam McKay es más conocido como el cerebro responsable de comedias de gran éxito de taquilla de Will Ferrell como ‘Hermanos por pelotas’ y ‘El reportero: la leyenda de Ron Burgundy’. Hace cinco años quedó fascinado cuando leyó `La gran apuesta’. McKay, intrigado por la mezcla de comedia, drama y absoluta tragedia de la genial visión entre bastidores de Michael Lewis con la crisis mundial económica, decide dejar de lado las comedias absurdas que hasta ahora trataba.  

Empecé a leer el libro sobre las diez y media de la noche y pensé: ‘Me leeré 40 páginas y ya está’”, recuerda McKay. “No podía dejarlo. Acabé leyéndomelo entero y me lo terminé a las seis de la mañana. Al día siguiente, le hablé a mi mujer de los personajes y de cómo el libro entrelazaba las distintas tramas y cómo es una especie de historia sobre ‘hacerse rico’ que trata en última instancia sobre la caída del sistema bancario, la corrupción y la autocomplacencia, y cómo es a la vez divertida y desgarradora. Y ella me dijo: ‘Deberías hacerla’. A lo que respondí: ‘Soy el tipo que hizo “Hermanos por pelotas”’. Ni siquiera se me ocurrió considerarlo, porque di por hecho que alguien como Scott Rudin o Plan B ya se habría hecho con los derechos del libro”.

Y efectivamente, Plan B Entertainment, la productora de Brad Pitt, ya se había asociado con Paramount Pictures para trasladar ‘La gran apuesta’ a la gran pantalla pero al ver que ambos podrían sacarla adelante gracias a sus similitudes decidieron en convertirse en socios y poner en marcha el proyecto.

Influencias.
El libro que tenía a McKay y Plan B tan entusiasmados por adaptar al cine, que trataba sobre los acontecimientos que llevaron a la crisis bancaria, es obra del autor Michael Lewis, un auténtico maestro de la no ficción. Después de trabajar él mismo en un gran banco de Wall Street en la década de 1980, Lewis escribió el superventas ‘El póquer del mentiroso’, una divertida y reveladora mirada al lucrativo y engañoso mundo de la negociación de bonos. El autor no tenía pensado escribir nada más sobre el tema, hasta la crisis financiera de 2008 que tras reunirse con varios banqueros de inversión decidió publicar ‘La gran apuesta’. 

Personajes y actores.  
En el centro moral de la historia se encuentra el iracundo gestor de fondos de gestión alternativa conocido en la película como Mark Baum, e interpretado por el nominado a un  Oscar, Steve Carell. El actor se sintió fascinado en varios aspectos por Baum, que dirige la filial de Morgan Stanley FrontPoint. “Mark tiene un sentido de la moral muy marcado, pero al mismo tiempo está inmerso en el mundo de Wall Street, así que en ese aspecto creo que se siente atormentado”, opina el actor.  La ira de Baum por la codicia de Wall Street se ve exacerbada por el dolor que siente por una terrible pérdida que su mujer Cynthia (Marisa Tomei) le insta a afrontar. “Mark siente una conexión visceral con un suceso espantoso por el que se culpa hasta cierto punto”, explica Carell. 

Para ayudar a Baum en su cruzada, cuenta con los indispensables analistas de FrontPoint Danny Moses (Rafe Spall), Porter Collins (Hamish Linklater) y Vinnie Daniel (Jeremy Strong). Estos sarcásticos jóvenes ayudan a Baum en su causa a base de hacer números, plantear preguntas difíciles e investigar sobre el terreno.

Al sacar a la luz las artimañas de Wall Street, Baum y sus protegidos se revelan como un insospechado grupo de paladines despiadadamente sinceros. Carell aportó al papel una implacable búsqueda de la excelencia, en opinión del director. “Steve se esforzaba constantemente, toma tras toma tras toma. Yo decía: ‘Ha estado genial’, y él insistía: ‘No, no, no, todavía se puede sacar más’, y, en efecto, conseguía profundizar más. Acabó resultando una gran colaboración”.

Parte de esa colaboración incluyó gestores financieros reales. “Me reuní con varias personas representadas por ese personaje y les hice unas cuantas preguntas”, explica Carell. “No te interesa intentar hacer una imitación de alguien porque tampoco se trata de eso, la verdad. Pero sí que te interesa hacerte una idea de la actitud y la forma de ser de estos tipos”.

Carell conectó instintivamente con su personaje cuando se da cuenta de que la corrupción que ha descubierto en el mundo de los negocios va mucho más allá de Wall Street.

El astuto negociador de Deutsche Bank Jared Vennett, interpretado por el actor nominado al Oscar Ryan Gosling, desempeña un papel clave para convencer a Mark Baum de unirse al grupo de los que se están dedicando a operar al descubierto con bonos con garantía hipotecaria.

La tercera línea argumental de ‘La Gran Apuesta’ trata sobre dos gestores financieros sin experiencia conocidos en la película como Jamie Shipley y Charlie Geller, interpretados por Finn Wittrock y John Magaro.

Trabajando desde un garaje de Colorado en el que han erigido el Fondo Brownfield de 30 millones de dólares a partir de 110 000 dólares de su propio bolsillo, los jóvenes inversores reclutan al exbanquero Ben Rickert (Brad Pitt) para que les ayude a conseguir un contrato marco ISDA, que les permita eludir a los corredores de bolsa y tratar directamente con los grandes bancos. 

Para los jóvenes actores, tener ocasión de filmar escenas con Pitt, fue una de las claves para sacar a delante el rodaje. “Fue genial trabajar con Brad”, afirma Wittrock. “Es una persona de trato fácil y, le eches lo que le eches, es capaz de seguir adelante. Además, tiene una gran capacidad para improvisar líneas desternillantes y divertidísimas, incluso en una escena telefónica”.
 
Fotografía.
Para el director de fotografía Barry Ackroyd, el drama centrado en los diálogos de McKay le ofrecía la oportunidad de cambiar de ritmo tras filmar thrillers de acción. McKay elogia la capacidad de Ackroyd de crear esa sensación valiéndose de una inteligente colocación y movimiento de la cámara. “Barry utiliza una especie de técnica neo-vérité de filmación, que crea una sensación de intimidad y urgencia en el encuadre. En contraste, si filmas con el encuadre tradicional de proscenio y luces de tres capas, hace que todo tenga un aspecto mucho más pulido y resulta más intimidatorio para los espectadores”.

Ackroyd colaboró estrechamente con el director de producción Clayton Hartley y la diseñadora de vestuario Matheson, los cuales habían colaborado ambos anteriormente con McKay.

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